Cuenta atrás para decir adiós a los plásticos de un solo uso
El próximo año entra en vigor la normativa europea que prohíbe la venta y utilización de plásticos de un solo uso con el objetivo de reducir la dependencia del petróleo y reducir la huella tan negativa que dejan en el medio ambiente, pero ¿cuáles son estos artículos y a cuánto asciende el impacto que causan? Lo analizamos a continuación.
Según la Comisión Europea, más del 80% de la basura del mar es plástico, unos desechos ingeridos por los animales marinos y que, en ocasiones, también llegan a nuestros platos a través de los peces y mariscos.
El 70% de toda esa basura permanece en el fondo marino, el 15% en la columna de agua y el 15% en la superficie, con lo que percibimos a simple vista es solo la punta del iceberg. De hecho, la acumulación de microplásticos ha formado la creación de cinco islas, dos de ellas se encuentran en el Océano Pacífico, dos en el Atlántico y una en el Índico. De no hacer nada, el tamaño de estos desechos irá creciendo progresivamente y en el año 2050 se calcula que habrá más plásticos que peces en el mar.
En tierra firme el problema no es menor, ya que cada plástico tarda alrededor de 400 años en desaparecer y tan solo reciclamos un mínimo porcentaje de los desechos derivamos del petróleo que consumimos.
Estrategia europea
Conscientes de esta problemática, la Unión Europea acordó en el año 2019 una reducción en el uso de plásticos comenzando por la eliminación de plásticos de un solo uso, prohibidos a partir de julio de 2021. Entre los productos que desaparecerán figuran los platos de plástico de un solo uso, las pajitas, los palitos para sujetar globos, los bastoncillos de los oídos, los plásticos oxodegradables y contenedores alimenticios y las taza de poliestireno.
En una segunda fase, los estados miembros tendrán que recuperar el 90% de las botellas de plástico en 2029. En 2025 el 25% del plástico de las mismas deberá ser reciclado y el 30% en 2030.
Esta misma semana, el Consejo de Ministros ha aprobado la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), con la que se quiere pasar de una economía lineal a una circular de aquí a 2030, así como el anteproyecto de ley de residuos que prevé hacer obligatoria la recogida separada de nuevos flujos de residuos y que, entre otras medidas, prohíbe los plásticos de un solo uso a partir de julio de 2021. El Gobierno español quiere situar este nuevo modelo de producción y de consumo como palanca para la recuperación económica tras la crisis sanitaria del Covid-19.
BioAmmo, la alternativa ecológica a los cartuchos de plástico
Los cartuchos biodegradables y biocompostables de BioAmmo, que no precisan reciclaje alguno al sustituir el plástico por un material obtenido a partir de residuos vegetales, abre la veda para que los cartuchos que se utilizan en la actividad cinegética sean considerados plásticos de un solo uso, una regulación que, hasta ahora, no había sido planteada al no existir una alternativa viable para sustituir a los cartuchos de plástico tradicionales.
Esta solución podría evitar que, tan solo en España, se viertan cada año más de 2.800 toneladas de plástico a la naturaleza en forma de cartuchos.