¿Cuántos cotos de caza hay en España?
España es uno de los principales destinos para cazadores de todo el mundo, especialmente europeos, tanto por su biodiversidad como por las distintas modalidades de caza que se pueden practicar. También, gran parte de ellos llegan atraídos por el buen tiempo, la gastronomía, los increíbles paisajes y el trato impecable que reciben en fincas donde se organizan cacerías de alto nivel.
Según los últimos datos disponibles del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, de las 50.510.210 hectáreas que conforman el territorio nacional, un total de 43.945.027 están destinadas a la práctica de la actividad cinegética, lo que supone el 87% del terreno total.
A tenor de los datos recogidos en el Informe “Evaluación del Impacto Económico y Social de la Caza en España”, elaborado por la Fundación ARTEMISAN y Deloitte, el 19% de las áreas destinadas a la caza se concentra en Castilla y León, seguido de Castilla-La Mancha y Andalucía que representan el 16% del terreno nacional. Si tenemos en cuenta el tamaño de cada comunidad autónoma, los datos varían, ya que se observa que en La Rioja, Asturias, Galicia, Aragón, Navarra y Cataluña, más de 90% de su extensión territorial está declarada como terreno cinegético. En el extremo opuesto se encuentra Canarias, que es región con menor porcentaje de superficie cinegética (un 51%), seguida de Murcia (un 64%).
Todo este terreno cinegético nacional se divide en diferentes categorías: reservas de caza, cotos regionales, cotos sociales, zonas de caza controlada, cotos municipales, cotos privados de caza, cotos deportivos, cotos intensivos, refugios de caza y terrenos no cinegéticos (vedados). En España, el 82,6% de los terrenos de caza están organizados en cotos privados, existen un total de 26.951 cotos que ocupan 29.098.095 hectáreas. La siguiente tipología por extensión de terreno son los cotos deportivos con un 7% del espacio, de forma que el 10% restante está compuesto por el resto de tipologías.
El aumento de la práctica de la caza en España ha ido creciendo en paralelo al interés de los cazadores por preservar el medio ambiente, generándose así una corriente comprometida y respetuosa con el entorno. En el marco de esta tendencia de cuidado y protección al medio ambiente nace BioAmmo, que ha creado los únicos cartuchos del mundo que son biodegradables y biocompostables, lo que significa que no dejan ningún tipo de residuo tóxico en la naturaleza ni precisan de reciclaje alguno.