Por un mundo sin plásticos
Según Naciones Unidas, cada minuto se compran en el mundo un millón de botellas y al año se utilizan cinco billones de bolsas de plástico de usar y tirar. Mientras, ocho millones de toneladas de este material acaban en los océanos cada año y su degradación puede tardar hasta 400 años.
El plástico es un material tan versátil que con su omnipresencia ha invadido nuestras vidas y ha generado un problema de contaminación global. Esto es especialmente significativo por la proliferación de los microplásticos, que pueden encontrarse en casi cualquier parte del ecosistema, incluida la alimentación humana. No en vano, los microplásticos que están en los mares son ingeridos por los peces, algunos de los cuales terminan en nuestros platos y en nuestro organismo. Y hay más, según datos de Naciones Unidas, el 90% del agua embotellada y el 83% del agua del grifo contiene partículas de plástico. Con todo ello, las personas podemos estar consumiendo 21 gramos al mes de microplásticos.
Eliminar el plástico de nuestras vidas es, sin duda, el gran reto medioambiental de este siglo. La legislación ya se dirige hacia la erradicación de los plásticos de un solo uso, pero son necesarias muchas otras medidas encaminadas hacia ello y una mayor concienciación de la sociedad y de la industria que debe cambiar sus hábitos para reducir el consumo y buscar alternativas.
Un ejemplo de este compromiso es el New Plastics Economy Global Commitment (Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos), una iniciativa refrendada en octubre de 2018 por 250 empresas (que representan el 20% de la producción de embalajes plásticos del mundo) por la que se comprometen a que en el año 2025, el 100% de estos plásticos sea reutilizable, reciclable o convertible en compost. Todo ello con el fin último de crear una economía circular eliminando el uso innecesario de envoltorios y pasar de los productos de usar y tirar a un modelo en el que prime la reutilización.
Otro gran ejemplo es el de Bioammo, pionero en la fabricación de cartuchos para caza y tiro deportivo 100% biodegradables y 100% biocompostables, que no dejan residuos contaminantes en el entorno natural al sustituir el plástico por un material creado a partir de residuos de origen vegetal. Un paso muy importante si tenemos en cuenta que en la actualidad hay entre 45 y 60 mil millones de cartuchos y tacos de plástico convencionales por recoger y eliminar de nuestro planeta cada año y que, tan solo en España, vertemos cada año 2.800 toneladas de plástico procedentes de los cartuchos.
Pero aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar un mundo libre de plásticos contaminantes y nocivos para el medio ambiente. La solución está en nuestras manos y no podemos mirar hacia otro lado. Hoy más que nunca, debemos remar en la misma dirección, la que nos lleva a un mundo sostenible. Porque nuestras acciones de hoy serán las consecuencias del mañana.