La montería y la rehala, Bien de Interés Cultural en Andalucía

El Gobierno andaluz ha dado luz verde a la declaración de la montería y la rehala como Bien de Interés Cultural en esta región, un reconocimiento que llevaba persiguiéndose desde el año 2017 a petición de la Asociación Española de Rehalas (AER), la Federación Andaluza de Caza (FAC) y otras entidades sectoriales.

En su proceso de valoración, el Ejecutivo regional ha tenido en cuenta la vinculación de ambas actividades con la cultura rural y que ambas suponen una forma de expresión de la cultura andaluza.  Destaca también la relación de la práctica cinegética con el medio ambiente, con su conservación y mantenimiento y sus valores etnográficos y de transmisión de valores sociales y culturales, como el asociacionismo o el ritualismo. Ambas son actividades de interés etnológico –señala el acuerdo-, con incidencia social, cultural, económica y medioambiental en la mayor parte del espacio geográfico de Andalucía, sobre todo en el ámbito rural.

Con el otorgamiento de este reconocimiento, que supone todo un hito para el sector cinegético, el Gobierno andaluz deberá proteger y divulgar la montería y la rehala como parte de la cultura andaluza.

Sus orígenes como actividades regladas se remontan al siglo XII, con la publicación del Código de las Monterías, aunque desde el año 990 existen referencias escritas de los grupos de monteros que asistían a la realeza en sus cacerías. En 1347 aparece el Libro de la Montería y sucesivos libros publicados desde los siglos XIV hasta el XVII describen las características de monteros y monterías, de las rehalas y batidores, que aún son reconocibles en las monterías actuales.